terça-feira, 21 de julho de 2009

Jiddu Krishnamurti


Jiddu Krishnamurti

Pláticas en Chile, 1935

Santiago, Tercera plática, 8 de septiembre 1935

Pregunta: ¿Qué tiene usted que decir con respecto al tratamiento que se da a los delincuentes?

Krishnamurti: Todo depende de quiénes sean los que usted llama delincuentes. Una persona con trastornos patológicos no es un delincuente y resulta insensato encarcelarla. Necesita atención y cuidado médico. Una persona que roba con deliberación, por lo general es calificada de delincuente. A menos que sea un caso patológico, roba porque hay una insuficiente satisfacción de sus necesidades vitales. ¿Qué sentido tiene, entonces, convertirla en delincuente arrojándola dentro de una cárcel? Es el resultado de condiciones económicas crueles, absurdas y explotadoras. No es el verdadero delincuente, sino que lo es todo el sistema de codicia que crea al explotador.

Hay todavía otro tipo de hombre al que también se califica de delincuente; sus ideas, por ser verdaderas, se vuelven peligrosas, y ustedes se libran de él enviándolo a la cárcel o matándolo.

Mediante su propia acción, o bien uno crea las condiciones que dan origen al así llamado delincuente, o destruye aquellas limitaciones que ocasionan dolor.

Pregunta: Se dice que usted es un agente del gobierno inglés, y que su discurso contra el nacionalismo formo parte de un vasto plan de propaganda dirigido o mantener a la India sojuzgada y dentro del Imperio Británico. ¿Es eso cierto?

Krishnamurti: Me temo que no es cierto. Es más bien absurdo que, cuando uno dice lo que piensa al respecto, le digan que es agente de alguna causa o algún país. (Risas) Para mí, el nacionalismo, ya sea en Chile, Inglaterra o la India, es destructivo. Separa a los seres humanos, causa muchos males. El nacionalismo es una enfermedad terrible. Cuando digo esto, aquellas personas de otros países que tienen intereses creados aquí o en cualquier país que no sea el propio, están muy de acuerdo; y aquéllas para quienes el nacionalismo es un instrumento de explotación de su propio pueblo, se muestran muy contrarias a ello. El nacionalismo es, al fin y al cabo, un sentimiento falso estimulado por intereses creados y usado para el imperialismo y la guerra.

Pregunta: Lo que usted dice contra el nacionalismo, ¿no es perjudicial para el bienestar de las naciones más pequeñas? ¿Cómo podemos nosotros, en Chile, abrigar la esperanza de mantener nuestra integridad y nuestro bienestar nacional, a menos que nos sintamos intensamente nacionalistas y nos defendamos contra las naciones más grandes que buscan controlamos y dominamos?

Krishnamurti: Cuando usted habla de sostener su integridad y bienestar nacional, quiere decir desarrollar su propia clase particular de explotadores. (Risas) No piense desde el punto de vista de Chile o de cualquier otro país; vea a la humanidad como algo total.

Ayer, mientras paseaba por el campo, había una hermosa puesta del Sol. Las montañas y la nieve fulguraban puras, bellas. Un labriego, literalmente en harapos, pasó junto a nosotros. Algunos poseen dinero como para vivir cómodamente y disfrutar del lujo y la belleza de la existencia; otros tienen que trabajar de la mañana a la noche desde la más tierna edad hasta que mueren, sin tiempo libre, sin esperanza alguna. En todos los países permitimos esta crueldad, este horror. Hemos perdido nuestros sentimientos más delicados y nos estamos destruyendo a causa del miedo y de la codicia.

Por cierto, para abolir la pobreza ustedes tienen que pensar como seres humanos, no como seres nacionales. Sólo puede existir la humanidad, no la cruel división de razas y el absurdo infantil del nacionalismo. ¿Por qué no es posible dar origen a un estado de cosas así, feliz, inteligente? ¿Quién lo impide? Cada uno de ustedes, porque piensa en términos de Chile, Inglaterra, India o algún otro país. Tal como las creencias dividen a la gente, así han dejado ustedes que las fronteras destruyan la unidad del hombre. Sobre cada uno de ustedes y no sobre una cosa indefinida llamada la masa, recae la responsabilidad de producir la unidad y felicidad humana.

Pregunta: Usted cree, aparentemente, que todos los sacerdotes son unos bribones. (Risas) En la iglesia católica hay muchos hombres grandes y santos, ¿A éstos también los llama explotadores?

Krishnamurti: A causa del temor, uno crea la autoridad, y el sometimiento a ella genera explotación. Mediante nuestros propios deseos y temores, hemos creado las religiones con sus dogmas, credos y todo su espectáculo y su pompa. Las religiones, como creencias organizadas con su interés establecido, no conducen al hombre hacia la realidad. Se han convertido en maquinarias de explotación. (Aplausos) Pero son ustedes los responsables de que existan. La mente debe liberarse de las ilusiones creadas por el temor, esas ilusiones que ahora parecen ser una realidad. Cuando la mente sea simple, directa, capaz de pensar con verdad, no creará explotadores.

Pregunta: Su enseñanza en lo que se relaciona con la familia, a mí me parece despiadada y fría. ¿Acaso no es la familia el resultado más natural del afecto entre los seres humanos? ¿Por qué, entonces, está usted contra ella?

Krishnamurti: ¿Qué es la familia hoy en día? Está basada en el espíritu posesivo, el cual destruye al amor. Donde hay sentido de posesión, la explotación es inevitable. Donde hay amor, no hay imposición ni afán de poseer. Pero si usted considera nuestra moralidad actual, verá que se basa en el mantenimiento de esta actitud posesiva con respecto a la vida. A causa de nuestros anhelos egoístas, estamos destruyendo el perfume y la belleza de la vida. Donde hay amor, la familia no se convierte en un núcleo de explotación.

Pregunta: Si uno vive libre de vicios tales como el uso del alcohol y el tabaco y sigue una estricta dieta vegetariana, ¿no puede esto ser un gran factor de ayuda para comprender sus enseñanzas?

Krishnamurti: Por favor, no es lo que usted introduce en su boca lo que le da comprensión. (Risas) Lo que le da comprensión es afrontar la vida de manera directa, simple y verdadera. Pero renunciando meramente a la carne, al alcohol o al tabaco, no va usted a comprender la realidad. Una gran cantidad de personas ha renunciado a estas cosas con la esperanza de alcanzar la felicidad. La plenitud de realización no se encuentra en la renuncia sino en la comprensión. La mente no puede ser una esclava del temor y de las ilusiones. Descubra primero los impedimentos, las limitaciones que mutilan a la mente y al corazón, y cuando se haya liberado de eso, entonces sabrá qué es una existencia inteligente y natural.

Pregunta: ¿Cómo puede ser posible el bienestar individual, hasta que no haya un movimiento de masas que desaloje del poder a los explotadores capitalistas? El movimiento de masas, por cierto, debe venir primero a fin de facilitar el camino a los de abajo, y sólo entonces habrá una oportunidad igual para todos.

Krishnamurti: Poner primero una cosa o la otra, el bienestar individual o la acción colectiva, debe finalmente obstaculizar la realización plena del hombre. La verdadera realización origina tanto el bienestar de la totalidad como el del individuo. ¿Qué es eso que llamamos la masa? Son ustedes. No puede haber una genuina acción colectiva, sin la comprensión individual. Un movimiento de masas semejante es, en realidad, el resultado de un claro pensar y actuar por parte de cada individuo. Si cada uno de ustedes se limita a decir que debe haber una acción colectiva, entonces tal acción jamás tendrá lugar, porque estarán eludiendo la responsabilidad individual que les corresponde en la acción. Cuando un hombre depende de la acción de la masa, él mismo está, de hecho, temeroso de actuar.

Si ha de haber un cambio radical, completo, usted, el individuo, debe darse cuenta de las limitaciones que ahora mutilan su mente y su corazón. Al liberarse cada uno de ustedes de esas esperanzas y ambiciones egoístas, ilusorias, de esas crueldades, habrá una cooperación inteligente y no esta compulsión y explotación humana.

Pregunta: Tengo una amiga que posee cualidades mediúmnicas. Cuando entra en trance, muchos grandes espíritus hablan por intermedio de ella, incluyendo a Napoleón; Platón y Jesús; y el consejo de ellos es de mucha ayuda en la vida espiritual. ¿Por qué no habla usted acerca del valor del espiritismo y la mediumnidad?

Krishnamurti: He estado hablando acerca de la autoridad y de la influencia destructiva que ejerce sobre la inteligencia, ya se trate de la autoridad de los vivos o la de los muertos. La autoridad, la compulsión, destruyen la realización humana, tanto si son ejercidas por la religión, por la sociedad o por los médium, ¿Qué hay detrás del deseo de ser guiados? Tenemos miedo de que, por nuestros propios actos, quedemos atrapados en el sufrimiento; por lo tanto, a fin de evitarlo ‑ en realidad, eso es no vivir ‑ decimos: “Debo seguir, debo ser guiado”. El movimiento de la verdad existe sólo cuando la mente ya no está atrapada en el temor con todas sus ilusiones, cuando ya no busca ser guiada. Esta unicidad de la mente no es exclusividad; surge a la existencia cuando hay discernimiento de lo falso.

Pregunta: Usted dice que las organizaciones espirituales son inútiles. ¿Es esto cierto para toda la gente, o sólo para aquellas personas que han ido más allá del nivel espiritual común de la humanidad?

Krishnamurti: Cuando usted piensa que lo que digo es aplicable sólo para unos cuantos, me convierte en un explotador. Piensa que otro necesita la falsedad, las ilusiones de la creencia organizada. Si ésta es falsa y no espiritual para usted, entonces es falsa y no espiritual para todos. No existe la estupidez relativa. A causa de que no deseamos pensar de manera directa y clara, nos tranquilizamos diciendo que la inteligencia es una cuestión de desarrollo gradual. Por ejemplo, la codicia; si uno reflexiona de verdad a fondo sobre ella, ve que en sí misma es un veneno. Pero si reflexionara de ese modo, ello implicará acción y sufrimiento; por lo tanto, dice que la libertad respecto de la codicia es progresiva, relativa, que ha de lograrse gradualmente. En otras palabras, uno no está en absoluto seguro de que la codicia sea un veneno. De igual modo, ustedes no están en absoluto seguros de que las religiones, las sectas son intrínsecamente estúpidas. Si una cosa es falsa, es falsa para todos, bajo todas las circunstancias.

Pregunta: Si la idea de la inmortalidad individual es falsa, ¿cuál es el propósito de la existencia individual?

Krishnamurti: Para comprender este problema de la inmortalidad individual, uno debe abordarlo sin ningún prejuicio. El anhelo mismo de inmortalidad impide su comprensión profunda. Para comprender esto a fondo, la mente debe tener el poder del discernimiento completo, no optar a base de identificación. Nuestros anhelos son tan fuertes, los impulsos egoístas autoprotectores tan vitales, que nuestro mismo deseo nos enceguece. Donde hay anhelo no puede haber discernimiento. La verdadera cultura es la acción por su propia belleza, sin la búsqueda de una recompensa.

Cuando usted dice “yo”, ¿qué entiende por ese “yo”? Entiende la forma, el nombre, ciertos deseos insatisfechos, ciertas cualidades, ciertas reacciones defensivas a las que llama virtud; todas estas cosas componen esa conciencia limitada que llamamos el “yo”. La mente se ha encerrado dentro de los muchos muros de ilusión que la limitan y de las numerosas capas de recuerdos que causan frustración. Lo que usted trata de hacer es inmortalizar esta frustración quo es el “yo”. Para la ilusión no puede haber inmortalidad. La vida es eterna, está deviniendo siempre. Para discernir esto en profundidad, la mente debe librarse de todos los impedimentos que generan frustración. Al estar plenamente atenta, despierta, todos los deseos, los temores ocultos y secretos, las búsquedas, todo penetra en la conciencia; sólo entonces hay verdadera libertad respecto de estas cosas. Entonces existe la realidad.

Pregunta: Tengo una hija que antes era muy estudiosa y amaba su música, pero ahora no hace otra cosa que leer los libros de usted. ¿Qué le aconseja a su madre que haga? (Risas)

Krishnamurti: Me pregunto por qué su bija ha abandonado la música. Puede ser porque ha descubierto que ésta no era su vocación profunda y está tratando de encontrar su verdadera expresión. Pero si ella meramente lee lo que he dicho, sin acompañarlo con la plenitud de la acción, entonces mis palabras se convertirán en un obstáculo.
A menudo pensamos que vivir conforme a cierta idea despertará la inteligencia. Lo que realmente despierta la inteligencia es la acción exenta del temor de no ajustamos a un patrón o a un ideal. Esto exige gran percepción alerta y flexibilidad de la mente.

Pregunta: ¿Ha llegado usted a ser lo que es en esta vida, a través de una serie de vidas pasadas?

Krishnamurti: Usted me está preguntando si uno puede comprender a Dios, la verdad, la vida, mediante la acumulación de experiencias.

La experiencia sólo nos ha enseñado a ser astutamente autoprotectores, a crear defensas contra el movimiento de la vida. En este encierro se refugia la mente, precaviéndose cada vez más contra el devenir continuo de la existencia. Estas barreras defensivas dividen el movimiento de la vida en pasado, presente y futuro. Es esta división la que destruye el carácter continuo de la vida como una totalidad. De esto surge el temor, el cual se disimula mediante las ilusiones, las esperanzas. Mientras la mente-corazón esté presa en esta división, no puede haber comprensión de la verdad; porque entonces la experiencia se vuelve nada más que una fuente de conflicto y dolor, mientras que debería acabar con estas barreras autoprotectoras y así liberar a la mente y al corazón para el movimiento de la vida.

Santiago, Tercera plática, 8 de septiembre 1935

Pláticas en Chile, 1935

segunda-feira, 20 de julho de 2009

Acerca de la libertad



LA VERDAD ES UNA TIERRA SIN CAMINOS

La Orden de la Estrella en el Este se fundó en 1911 para proclamar la venida del Maestro Mundial. Krishnamurti fue hecho jefe de la orden. El 2 de agosto de 1929, el día de la apertura del Campamento anual de la Estrella en Ommen, Holanda, Krishnamurti disolvió la Orden ante 3000 miembros. Debajo está el texto de la charla que él dio en esa ocasión. Lo que él dijo entonces es igualmente válido hoy.

"Vamos a discutir esta mañana la disolución de la Orden de la Estrella. Se alegrarán muchas personas, y otros estarán bastante tristes. No es una cuestión para regocijarse ni para entristecer, porque es inevitable, como voy a explicar.

Ustedes recordarán la historia de cómo el diablo y un amigo suyo estaban caminando calle abajo, cuando vieron delante de ellos un hombre inclinarse y recoger algo de la tierra, mirarlo, y guardarlo en su bolsillo. Dijo el amigo al diablo: "¿Qué recogió ese hombre?". "Él recogió un pedazo de Verdad", dijo el diablo. "Ése es un mal negocio para usted, entonces", dijo su amigo. "Oh, para nada," contestó el diablo, "yo voy a permitirle organizarlo."

Yo mantengo que la Verdad es una tierra sin caminos, y ustedes no pueden acercársele en absoluto por ningún camino, por ninguna religión, por ninguna secta. Ése es mi punto de vista, y adhiero a él absolutamente e incondicionalmente. La Verdad, siendo ilimitada, incondicionada, inaccesible por cualquier camino en absoluto, no puede organizarse; ni se debe formar una organización para conducir o para forzar a la gente a lo largo de cualquier camino determinado. Si ustedes entienden primero esto, entonces verán cómo es imposible ordenar una creencia. Una creencia es puramente una cuestión individual, y usted no puede y no debe organizarla. Si usted lo hace, se transforma en muerta, cristalizada; se convierte en un credo, una secta, una religión, para ser impuesta a otras. Esto es lo que todos a lo largo del mundo estamos intentando hacer. La verdad se limita y se hace un juguete para aquéllos que son débiles, para aquéllos que sólo están disgustados momentáneamente. La verdad no se puede limitar, más bien el individuo debe hacer el esfuerzo de ascender a ella. Usted no puede traer la cima de la montaña al valle. Si usted quiere alcanzar la cima de la montaña, debe pasar a través del valle, subir por sus laderas , sin miedo a los precipicios peligrosos. Usted debe subir hacia la verdad, no puede "ser traída abajo" o ser ordenada para usted. El interés en ideas es sostenido principalmente por organizaciones, pero las organizaciones despiertan solamente interés desde afuera. El interés, que no nació por amor a la Verdad en sí misma, sino que fue despertado por una organización, no tiene ningún valor. La organización se convierte en un armazón en el cual sus miembros pueden encajar convenientemente. Ellos ya no se esfuerzan por alcanzar la Verdad o la cima de la montaña, sino que tallan para ellos mismos un nicho conveniente donde guardarse, o permiten que la organización los guarde, y consideran que la organización los llevará por eso a la Verdad.

Esa es la primer razón, desde mi punto de vista, de por qué debe disolverse la Orden de la Estrella. A pesar de esto, ustedes formarán otras Órdenes probablemente, continuarán perteneciendo a otras organizaciones que buscan la Verdad. Yo no quiero pertenecer a ninguna organización de tipo espiritual, por favor entienda esto. Yo haría uso de una organización que me llevara a Londres, por ejemplo; éste es un tipo diferente de organización, meramente mecánico, como el poste o el telégrafo. Utilizaría un automóvil de motor o un buque de vapor para viajar, éstos son sólo mecanismos físicos que no tienen nada que ver con espiritualidad. De nuevo, yo mantengo que ninguna organización puede llevar al hombre a la espiritualidad.

Si una organización es creada para este propósito, se vuelve una muleta, una debilidad, una esclavitud, y deja inválido al individuo, y le impide crecer, establecer su singularidad, miente en el descubrimiento por sí mismo de lo absoluto, de la verdad incondicionada. Esta es otra razón por la que he decidido, siendo la cabeza de la Orden, disolverla. Nadie me ha persuadido a esta decisión.

Éste no es ningún hecho extraordinario, porque yo no quiero seguidores, y quiero explicar esto. En el momento en que usted sigue a alguien, usted deja de seguir a la Verdad. Yo no estoy interesado si usted presta atención a lo que digo o no. Quiero hacer algo en el mundo y voy a hacerlo con concentración firme. Me estoy refiriendo solamente a una cosa esencial: liberar al hombre. Yo deseo librarlo de todas las jaulas, de todos los miedos; y no fundar religiones, nuevas sectas, ni establecer nuevas teorías ni nuevas filosofías. Entonces usted me preguntará naturalmente por qué viajo por el mundo y hablo continuamente. Le diré por qué razón hago esto: no porque desee a un partidario, no porque desee un grupo de discípulos especiales. (¡Cómo aman los hombres ser diferente de sus compañeros, sin embargo cuán ridículas, absurdas y triviales pueden ser sus distinciones! Yo no quiero animar esa absurdidad.) No tengo ningún discípulo, ningún apóstol, ni en la tierra ni en el reino de la espiritualidad.

Ni el señuelo de dinero, ni el deseo de vivir una vida cómoda me atrae. ¡Si yo quisiera llevar una vida cómoda no vendría a un Campamento o viviría en un país húmedo! Estoy hablando francamente porque quiero dejar esto claro de una vez por todas. No quiero discusiones infantiles año tras año.

Un reportero que me entrevistó consideró un acto magnífico disolver una organización en que había miles y miles de miembros. Para él era un gran acto porque, dijo: "¿Qué hará usted después, cómo vivirá usted? No tendrá ningún partidario, las personas ya no lo escucharán." Si hay sólo cinco personas que escucharán, que vivirán, que vuelvan sus caras hacia la eternidad, será suficiente. ¿De qué sirve tener miles que no entienden, que estén totalmente llenos de prejuicios, que no quieren lo nuevo, pero traducirían más bien lo nuevo para satisfacer sus propios egos estériles, estancados? Si yo hablo fuertemente, por favor no me entiendan mal, no es por falta de compasión. ¿Si usted va a un cirujano por una operación, no es bondadoso de su parte operar aun cuando él le cause dolor? Así pues, de modo semejante, si hablo rectamente, no es por carecer de verdadero amor.

Como he dicho, tengo solamente un propósito: hacer al hombre libre, para impulsarlo hacia la libertad, ayudarle a romper todas las limitaciones, porque solo ello le dará felicidad eterna, lo dará la realización incondicional de sí mismo.

Porque soy libre, no condicionado, entero -no una parte, no relativo, sino la Verdad entera que es eterna- deseo a aquéllos que buscan entenderme, para ser libres; no seguirme, no hacer de mí una jaula que se volverá una religión, una secta. Más bien deben ser libres de todo miedo, del miedo a la religión, del miedo a la salvación, del miedo a la espiritualidad, del miedo al amor, del miedo a la muerte, del miedo a la vida misma. Como un artista que pinta un cuadro porque siente deleite en esa pintura, porque es su autoexpresión, su gloria, su bienestar, así es que yo hago esto y no porque deseo cualquier cosa de cualquier persona.

Ustedes están acostumbrados a la autoridad, o a la atmósfera de autoridad que piensan los llevará a la espiritualidad. Ustedes piensan y esperan que otro pueda, por su extraordinario poder -un milagro- transportarlos a este reino de libertad eterna que es la Felicidad. Su perspectiva entera de vida está basada en esa autoridad.

Ustedes me han escuchado durante tres años, sin ninguna transformación, excepto en unos pocos. Ahora analicen lo que estoy diciendo, sean críticos, para que puedan entender completamente, fundamentalmente. Cuando usted busca una autoridad para llevarlo a la espiritualidad, usted está automáticamente obligado a construir una organización alrededor de esa autoridad. Por la misma creación de esa organización que, usted piensa, ayudará a esta autoridad a llevarlo a la espiritualidad, usted se aprisiona en una jaula.

Si hablo francamente, por favor recuerden que lo hago no por aspereza, no por crueldad, ni por falta de entusiasmo en mi propósito, sino porque quiero que entiendan lo que estoy diciendo. Ésa es la razón de por que ustedes están aquí, y sería una pérdida de tiempo si yo no explicara claramente, decididamente, mi punto de vista.

Durante dieciocho años se han estado preparando para este evento, para la Venida del Maestro del mundo. ¡Durante dieciocho años ustedes han organizado, han buscado a alguien que les daría un nuevo deleite a sus corazones y mentes, que transformaría su vida entera, que les daría una nueva comprensión; a alguien que les educaría a un nuevo plano de la vida, que les daría un nuevo estímulo, que los haría libre; y ahora miren lo que está pasando! Consideren, razonen por ustedes mismo, y descubran de qué manera la creencia no los ha hecho diferentes, con la diferencia superficial de llevar una insignia que es trivial, absurda. ¿De qué manera ha barrido esta creencia todas las cosas no esenciales de la vida? Ésa es la única manera de juzgar: ¿de qué manera está usted más libre, más pleno, más peligroso para cada sociedad que esté basa da en lo falso y lo no esencial? ¿De qué manera los miembros de esta organización de la Estrella se vuelven diferentes?

Como he dicho, ustedes se ha estadon preparando durante dieciocho años para mí. A mí no me interesa si creen que yo soy el maestro del mundo o no. Eso es de importancia muy pequeña. Puesto que ustedes pertenecen a la organización del Orden de la Estrella, ustedes han dado su simpatía, su energía, reconociendo que Krishnamurti es el maestro, parcialmente o totalmente: totalmente para aquéllos que realmente están buscando, sólo parcialmente para aquéllos que están satisfecho con sus propias medio-verdades.

Ustedes se han estado preparando durante dieciocho años, y miren cuántas dificultades hay en su manera de comprensión, cuántas complicaciones, cuántas cosas triviales. Sus prejuicios, sus miedos, sus autoridades, sus iglesias nuevas y viejas; todo ésto, yo mantengo, es una barrera para entender. No puedo explicarme más claramente. Yo no quiero que usted esté de acuerdo conmigo, no quiero que me siga, yo quiero que usted entienda lo que estoy diciendo.

Esta comprensión es necesaria porque su creencia no lo ha transformado, sólo lo ha complicado, y porque usted no está dispuesto a hacer frente a las cosas tal cual son. Usted quiere tener su propio dios, nuevos dioses en lugar de las religiones viejas, nuevas formas en lugar de las viejas, nuevo en lugar de lo viejo, todo igualmente sin valor, todas las barreras, todas las limitaciones, todas las muletas. En lugar de las distinciones espirituales viejas usted tiene nuevas distinciones espirituales, en lugar de los cultos viejos usted tiene nuevos cultos. Ustedes están dependiendo para su espiritualidad de alguien más, para su felicidad de algún otro, para su esclarecimiento de algún otro; y aunque ustedes han estado preparandose para mí durante dieciocho años, cuando digo que todas estas cosas son innecesarias, cuando digo que deben poner todo lejos y mirar dentro de ustedes mismos para el esclarecimiento, para la gloria, para la purificación, y para la incorruptibilidad del uno mismo, ninguno de ustedes está deseoso de hacerlo. Puede haber unos, pero muy, muy pocos.

¿Entornces por qué tener una organización?

¿Por qué tener personas falsas, hipócritas, que me siguen como la encarnación de la Verdad? Por favor recuerden que no estoy diciendo algo áspero o duro, pero nosotros hemos alcanzado una situación cuando ustedes deben enfrentar las cosas tal cual son. Dije el año pasado que no me comprometería. Muy pocos me escucharon entonces. Este año la he hecho absolutamente claro. Yo no sé cuántos miles de miembros a lo largo del mundo se han estado preparando para mí durante dieciocho años, pero ellos no están dispuestos ahora a escuchar, incondicional, enteramente, a lo que digo.

¿Entornces por qué tener una organización?

Cuando dije antes, que mi propósito es hacer a los hombres incondicionalmente libres, porque mantengo que la única espiritualidad es la incorruptibilidad del sí mismo, que es eterno, que es la armonía entre la razón y amor. Esto es el absoluto, la Verdad no condicionada que es la Vida misma. Quiero por consiguiente hacer al hombre libre, dichoso como el pájaro en el cielo claro, aliviado, independiente, extasiado en esa libertad. Y yo, para quien usted se ha estado preparando durante dieciocho años, ahora digo que usted debe estar libre de todas estas cosas, libre de sus complicaciones, sus enredos. Para esto usted no necesita tener una organización basada en una creencia espiritual. ¿Por qué tener una organización para cinco o diez personas en el mundo que entienden, que están esforzándose, que han apartado todas las cosas triviales? Y para las personas débiles, no puede haber ninguna organización para ayudarlos a encontrar la Verdad, porque la Verdad está en todos; no está lejana, no está cercana; está eternamente allí.

Las organizaciones no pueden hacerlos libres. Ningún hombre puede hacerlos libres; ni lo puede la adoración ordenada, ni la immolación de ustedes mismos para una causa; ni formándose una organización, ni lanzándose en trabajos, puede hacerlos libres. Usted usa una máquina de escribir para escribir cartas, pero usted no la pone en un altar y le rinde culto. Pero eso es lo que usted está haciendo cuando las organizaciones se convierten en su principal preocupación. "¿Cuántos miembros hay allí?" Ésa es la primer pregunta que me hacen todos los reporteros. "¿Cuántos seguidores tiene? Por su número nosotros juzgaremos si lo que usted dice es verdad o falso." Yo no sé cuántos hay. No me preocupo por eso. Como he dicho, si hay un solo hombre que fue libre, incluso eso es bastante.

Una vez más, usted tiene la idea que solamente cierta gente tiene la llave del reino de la felicidad. Nadie la tiene. Nadie tiene la autoridad para tener esa llave. Esa llave es su propio ser, y en el desarrollo y la purificación y en la incorruptibilidad de ese ser solo está el Reino de la Eternidad.

Entonces ustedes verán cuan absurda es la estructura que han construido, buscando ayuda externa, dependiendo de otros para su consuelo, para su felicidad, para su fuerza. Éstos sólo pueden encontrarse dentro de ustedes mismos.

¿Entornces por qué tener una organización?

Usted está acostumbrado a escuchar cómo ha adelantado, cual es su estado espiritual. ¡Qué infantil! ¿Quién sino usted mismo puede decirle si usted es hermoso o feo por dentro? ¿Quién sino usted mismo puede decirle si usted es incorruptible? Usted no es serio en estas cosas.

¿Entornces por qué tener una organización?

Pero aquéllos que realmente desean entender, que están buscando encontrar aquello que es eterno, sin comienzo y sin un final, caminarán con una intensidad mayor, serán un peligro para todo lo que es no esencial, para lo irreal, para las sombras. Y ellos se concentrarán, ellos se volverán la llama, porque ellos entienden. Tal es el cuerpo que debemos crear, y ése es mi propósito. Debido a esa comprensión real habrá verdadera amistad. Debido a esa verdadera amistad -que ustedes no parecen conocer- habrá allí cooperación real por parte de cada uno. Y esto no debido a la autoridad, no debido a la salvación, no debido a la inmolación para una causa, sino porque usted entiende, y por lo tanto es capaz de vivir en lo eterno. Ésta es una cosa mayor que todo el placer, que todo el sacrificio.

Éstas son tan algunas de las razones por las que, después de la consideración cuidadosa por dos años, he tomado esta decisión. No es un impulso momentáneo. Ninguna persona me ha persuadido a ella. Me no persuaden en tales cosas. Por dos años he estado pensando en esto, lentamente, cuidadosamente, pacientemente, y ahora he decidido disolver la orden. Ustedes pueden formar otras organizaciones y esperar a algún otro. Por eso yo no me preocupo, ni en crear nuevas jaulas, ni nuevas decoraciones para esas jaulas. Mi única preocupación es hacer a los hombres absolutamente, incondicionalmente libres..."

J. Krishnamurti.

quarta-feira, 15 de julho de 2009

CAOS NO TRÁNSITO

Em pouco tempo, o trânsito das cidades vai parar.

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http://revistagalileu.globo.com/Revista/Galileu/0,,EDG87005-7833-216,00-CAOS+NO+TRANSITO.html